Pensamos que ser librados del mal significa que nunca pasaremos por momentos difíciles. Al contrario, la vida cristiana se trata de enfrentar pruebas para aprender a renunciar a nosotros mismos y ser cada vez más como nuestro Señor Jesús. Sin embargo pedimos a Dios ser librados del mal como en el Padre nuestro, ¿Qué significa realmente esto?...